Gracias, Jesús,
porque a pesar de mis debilidades
has confiado en mí
para acompañar a estos niños/as y jóvenes.
Que mis palabras y mi ejemplo
les ayuden a ir por tu camino,
a conocerte y a vivir tu amistad.
Que tu Palabra sea
la luz que nos guíe siempre.
Ayúdame a ser una persona sensata,
alegre y capaz de transmitir confianza,
ayúdame a hacerte presente en medio del grupo,
a vivir en actitud de servicio
y a tratar de hacer el bien.
Que para mí
Tú seas siempre
mi monitor y mi guía.
AMEN

