975-223344 correo@electroni.co

JUEVES

Cierto día, caminando por la playa observé a un hombre que, agachándose, tomaba de la arena una estrella de mar y la tiraba al mar. Intrigado, le pregunté por qué lo hacía.

– Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano – me dijo – . Como ves, la marea está baja y se han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar, morirán.

– Entiendo – le dije -, pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¡No tiene sentido tu esfuerzo!

El hombre sonrió, se inclinó, tomó una pequeña estrella de mar y, mientras la lanzaba de vuelta al mar, me respondió:

– ¡Para esta estrella marina sí que ha tenido sentido!

No podemos resolver todos los problemas de todo el mundo, pero sí que podemos hacer un pequeño gesto cada día, o cuando está en nuestra mano, para hacer un mundo mejor.