Sabes, Jesús,
hay momentos que no sé que hacer.
A veces tengo ganas de hacer
cosas que se que no están bien,
pero igual me atraen…
A veces se me escapa una mentira,
y no digo siempre la verdad…
A veces me cuesta tanto compartir,
o ayudar a los demás,
o colaborar en mi casa…
Dame una mano,
muéstrame el mejor camino,
recuérdame todo lo que me enseñas,
que diga la verdad,
que haga el bien,
que sea generoso,
que ayude siempre…
Que busque ser feliz,
siguiendo tu ejemplo, Señor.