En este mes tan escolapio vamos a dedicarle en la oración de la mañana, estas últimas semanas a estar CERCA DE CALASANZ conociéndole mejor, nos acordaremos de él de una forma especial y cada día aprenderemos algo nuevo de su vida y de las cosas que hizo. Hace unos 500 años hubo un hombre que sintió la llamada de Dios a seguirle muy de cerca a través de la enseñanza a los niños más necesitados. Fue un hombre normal, como pueden ser nuestros padres, tios, abuelos… a pesar de ser un hombre entregado a Dios, vivió muchas anécdotas divertidas.
Desde luego José tenía dotes de inventor, era imaginativo, era tenaz, tenia fuerza física, tenía grandes sueños, era inteligente, era organizador. Sabia mirar el futuro. ¿Inventor? Pero….¿ no era santo? Desde luego que era santo, pero también inventor. Inventó la escuela. Alguno piensa que menuda faena nos hizo. Sabes de sobra que no, que la escuela para todos tal y como él la pensó, es un invento. El invento fue la escuela, una escuela popular, para todos. Miró con cariño a los niños de la calle cuando pocos se fijaban en ellos y supo ver en ellos futuros hombres
ORACIÓN: Señor Dios, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Amén.
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