Señor, gracias por crearme como soy.
Tú me conoces muy bien
y sabes que tengo cosas buenas
y que otras debo cambiarlas un poco.
Pero Tú me quieres así.
Por eso, porque me conoces,
delante de ti no puedo ponerme “máscaras”.
Ayúdame a vivir siempre de verdad
para que los demás puedan confiar en mi.