JUNTOS EN TU BÚSQUEDA
Aquí estamos, Señor Jesús: juntos en tu búsqueda.
Aquí estamos con el corazón en alas de libertad.
Aquí estamos, Señor, juntos como amigos. Juntos.
Tú dijiste que estás en medio de los que caminan juntos.
Señor Jesús, estamos juntos y a pie descalzo.
Juntos y con ganas de hacer camino, de hacer desierto.
Juntos, como en un solo pueblo, como en racimo.
Juntos como piña apretada, como espiga, como un puño.
Danos, Señor Jesús, la fuerza de caminar juntos.
Danos, Señor Jesús, la alegría de sabernos juntos.
Danos, Señor Jesús, el gozo del hermano al lado.
Danos, Señor Jesús, la paz de los que buscan en grupo.
Es bueno, Señor, entrar en la aventura
de manos dadas. Es bueno para que nadie
se quede perdido en el camino.
Nos has dado un deseo. Has puesto alas al corazón y queremos,
como en bandada, alzar gozosos el vuelo.
Nos has dado un deseo: el de buscarte, el de tender a ti
como busca la flor el sol y el agua el mar inmenso.
Tú has puesto en nuestro corazón deseos de más allá.
Has puesto caminos de libertad, de trascendencia.
Queremos, Señor Jesús, recorrer la aventura de orar,
de orar juntos, en esta aventura apasionante.
Señor Jesús, queremos un corazón vacío, desinstalado.
Queremos un corazón desnudo, despojado y pobre.
Queremos un corazón con aire fresco de la mañana.
Queremos un corazón al soplo de tu Espíritu.
Señor Jesús, ábrenos el corazón a la escucha.
Ábrenos el corazón desde la soledad, desde el silencio.
Ábrenos el corazón al contacto de tu Palabra.
Ábrenos el corazón al soplo de tu Espíritu.
Queremos, Señor Jesús, entrar dentro de nosotros.
Queremos peregrinar al interior de nuestras vidas.
Queremos hacer camino hasta el desierto de nuestro corazón.
Queremos poner la tienda en el centro de nosotros mismos.
Señor Jesús, descúbrenos el rostro del Padre.
Señor Jesús, danos la fuerza arrolladora de tu Espíritu.
Señor Jesús, comunícanos tu presencia resucitada.
Señor Jesús, enséñanos a caminar unidos a ti.
Juntos en tu búsqueda, Señor. ¡ Señor de los encuentros !
¡Señor de los caminos!
Empeñados en esta aventura apasionante. ¡Señor del misterio !
Porque Tú, Señor, te manifiestas al que te busca;
porque Tú, Señor, eres la fuerza del que te encuentra.
Sois la sal que puede dar sabor a la vida
Sois la luz que tiene que alumbrar
¡Llevar a Dios!