975-223344 correo@electroni.co

LA MONEDA PERDIDA

Haciendo un poco de zapping por el Evangelio, me he encontrado con un relato de los que contaba Jesús a la gente. Es la parábola de la “Moneda perdida”. Dice así:

 

«¿Qué mujer, si tiene diez monedas y pierde una, no enciende una luz y barre la casa y busca cuidadosamente hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he encontrado la moneda que se me perdió. Así, os digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”.

 

Quizá el celo y el interés de la mujer parecen exagerados ante el poco valor de la moneda perdida, pero no ceja hasta que encuentra la moneda.

Una vez más enseña el Señor que un sólo pecador –por pequeño e insignificante que sea humanamente- es motivo del máximo interés de Dios.  La vida estaba hecha de pequeños detalles. Pequeños detalles como esa pequeña moneda que había que buscar a toda costa.

 

Sé cuidadoso y sensible ante las cosas pequeñas; ten pequeños detalles con tus compañeros y compañeras. Con estas pequeñas cosas, la vida se presenta mucho mejor.