
“Nunca es tarde si la dicha es buena”
Sócrates se encontraba en la cárcel esperando a ser ejecutado. Un día oyó a otro prisionero que contaba una difícil canción de un poeta.
Sócrates pidió a su compañero que le enseñara aquella canción. “¿Para qué?”, le preguntó el otro. “Para que pueda morir sabiendo una cosa más”, fue la respuesta del filósofo.
La mayoría de las veces que decimos que no tenemos tiempo o que ya es tarde, estamos poniendo excusas para hacer lo que no debiéramos. Nunca es tarde para intentar ser mejores, para ayudar a los demás, para empezar de nuevo, cuantas veces haga falta.
Piensa: ¿qué puedes mejorar hoy?…
PADRE NUESTRO…
