
El Sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: “De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: “Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo”.
“A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que se había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola persona, transformé mi oración y empecé a decir: “Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho”.
“Ahora que soy viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: “Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo”. SI yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado la vida”.
Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad o aquello lo que le rodea pero casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
(José Luis Martín Descalzo)
- ¿Estás de acuerdo con este razonamiento?
- ¿Piensas que cambiando tú puedes conseguir más que si intentas que lo hagan los demás? ¿Por qué?
PADRE NUESTRO
