Yo tengo un amigo que siempre me ha impresionado por su capacidad de ver el lado positivo de todo lo que le ocurre. Hace unos días dejó la puerta trasera de su Restaurante abierta y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Yerry fue encontrado pronto, llevado a Urgencias y después de 18 horas de cirugía y ASTEAs de terapia intensiva, fue dado de alta.
Cuando le dije que cómo estaba, me contestó como acostumbraba:
-Mejor que bien
Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
-Lo primero que vino a mi mente fue que debía haber cerrado con llave la puerta de atrás. Y cuando me vi tendido en el suelo y malherido, recordé que tenía dos opciones: elegir sobrevivir o elegir dejarme morir. Y elegí vivir. Y eso, junto con la pericia de los médicos, es lo que me ha salvado.
REFLEXIÓN: ¿Cuándo las cosas te van mal, intentas superar esa situación o sólo te lamentas por no haber cerrado con llave? ¿Qué dificultades se te han presentado hasta ahora, de las que no podemos evitar? ¿Cómo la superaste?
Jesús: otra vez el mensaje del pensamiento positivo. Vamos entendiendo que ahí está la clave de la vida feliz. En efecto: nosotros no podemos escoger muchas veces que nos ocurra esto o aquello otro; pero sí que está en nuestras manos reaccionar positiva o negativamente a todo lo que nos ocurre. Eso sí: hay que ejercitarse en ellos desde pequeño y hay que perseverar en el empeño. Pero merece la pena.

