Se acerca la Jornada Mundial de la Paz y la no violencia, el próximo día 30. Todo el año es tiempo apropiado para pensar y darnos cuenta de la falta que nos hace la paz. Quizá, por desgracia, solo nos damos cuenta de ello cuando ocurre algo realmente brutal como un atentado o una masacre. Y sin embargo, todos los días y por todos lados, la violencia nos rodea.
Vamos a dedicar estos días a poner nombre a la violencia, nombres concretos para hacer propósito firme de preferir la paz a la violencia, el diálogo a los gritos.
Cada día nos fijaremos especialmente en algunas cosas concretas que hacemos y que no crean paz. Queremos recordar a lo largo del día esos gestos de violencia, aparentemente inofensivos, para darnos cuenta de que van eliminando de nuestra vida la paz y cambiar. Ninguno de nosotros puede parar las guerras pero todos podemos ser personas de paz. Y esto, es lo más difícil.
REFLEXIÓN: ¿Recuerdas la última vez que has percibido algún tipo de violencia? ¿Cuánto hace que tú has sido violento o has sentido violencia hacia algo o alguien?
Oración:
HAZME, SEÑOR, SIEMPRE PAZ.
DAME CAPACIDAD DE ESCUCHA, SERENIDAD, PACIENCIA, RESPETO.
QUE HAYA PAZ EN LA TIERRA Y QUE COMIENCE CONMIGO.
