Es semana celebramos el DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA. En muchas ciudades del mundo, en muchos colegios de todas las razas y de distintas religiones, están celebrando como nosotros este día.

Si queremos la paz, tenemos que convencernos que es mucho más lo que nos une que aquello que nos separa. Tenemos que pensar que nunca hay razón suficiente para mirar al «otro» como alguien a quien hay que quitar de nuestro camino. Si queremos la paz, tendríamos que decidirnos, cada uno, a ser pacifistas convencidos en la vida diaria. Es más fácil ir a una manifestación por la paz que dejar de gritar o de tratar mal a los que no nos caen bien.

REFLEXIÓN: ¿Has anotado esos gestos de violencia que nos comprometimos a observar la semana pasada? ¿Has podido frenar alguno? ¿Qué gesto violento de nuestro grupo hoy nos comprometemos a destruir?

Queremos hacer nuestras las palabras de un poeta:

Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.

Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.

Donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú.

Sé el que apartó del camino la piedra,

el odio de los corazones

y las dificultades del problema.

Estamos de verdad convencidos que nosotros, cada uno de nosotros y todos juntos, SOMOS EL CORAZÓN DE LA PAZ.