
Si yo tuviera entrañas de misericordia…
saldría de mi casa para encontrarme con los necesitados;
saldría de mi apatía, para ayudar a los que sufren;
saldría de mi ignorancia, para conocer a los ignorados;
saldría de mis caprichos, para socorrer a los hambrientos;
saldría de mi actitud crítica, para comprender a los que fallan;
saldría de mi suficiencia, para estar con quienes no se valen;
saldría de mis prisas, para dar un poco de mi tiempo a los abandonados;
saldría de mi pereza, para socorrer a quienes están cansados de gritar;
aprovecharía mi vida, para darla a quien la necesita.
¡Señor, dame entrañas de misericordia!
ORACIÓN: Señor Jesús: te pido que mi vida sea siempre servicio a los demás con alegría, trabajo compartido cada día, amor sin esperar la recompensa.
