
Sabremos si nuestra actitud es apropiada cuando seamos como el modesto hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer.
Una cadena de ropa se había instalado en la ciudad, y había adquirido todas las propiedades de la manzana. Este hombre se rehusó a vender.
“Muy bien, entonces construiremos a su alrededor y le hundiremos el negocio”, le dijeron los competidores.
Cuando el pequeño comerciante se encontró acorralado con la nueva tienda rodeando por ambos lados a su pequeño negocio y los rótulos que anunciaban: “¡Gran inauguración!”. Nuestro hombre puso un gran cartel en la fachada de su tienda que decía: “Entrada principal”.
Las grandes personas surgen en los momentos difíciles. Estas personas no sólo encuentran las respuestas sino que descubren un tremendo poder dentro de sí mismas.
Como las aguas del océano producen olas en la superficie, la fuerza interior de las personas explota cuando las circunstancias son más difíciles.
REFLEXIÓN: ¿Cómo podemos superar esas barreras? ¿Las expresas para recibir ayuda o las escondes? ¿Las superas o te hundes y te acobardas? Siempre hay una salida frente a los problemas de la vida. La clave para encontrar la puerta de salida está siempre en nuestra actitud. ¿Cuál es la tuya hoy?
