El Emperador de China oyó hablar de la sabiduría de un ciudadano que vivía en las montañas del Norte y le envió a sus mensajeros para ofrecerle el cargo de Primer Ministro del reino.

Al cabo de muchos días de viaje, encontraron los mensajeros al ciudadano, medio desnudo, sentado sobre una roca y enfrascado en pescar. Dudaron si ese sería quien buscaba el Emperador, pero cuando se convencieron, se identificaron y le transmitieron el mensaje.

Aquel hombre recibió los ricos presentes que el Emperador le mandaba y estalló en una sonora carcajada.

Luego dijo a los mensajeros: “¿Veis aquella tortuga que mueve su cola en el barro?

-“Sí, venerable Señor” respondieron los mensajeros.

-“¿Y es cierto que cada día se reúne la corte en la capilla real para rendir homenaje a una tortuga disecada, cuyo caparazón está incrustado de diamantes y otras piedras preciosas?

-“Sí, es cierto, venerable Señor”.

-“Pues volved y decidle al Emperador que prefiero continuar entre tortugas vivas que adorar el esqueleto de una de ellas”.

REFLEXIÓN: ¿Qué tortugas disecadas te rodean, cosas materiales o personas? ¿Qué tortugas vivas quieres cuidar este trimestre? ¿Qué nos proponemos mejorar ayudándonos este trimestre para estar vivos y entusiasmados?

Jesús: Iniciamos nuestro segundo trimestre. Las vacaciones nos han servido para descansar y para tomar conciencia de lo que hicimos mal en el anterior. En esto cosiste la verdadera sabiduría: en no cambiar una tortuga viva por una disecada, por muy adornada de perlas que esté. Ayúdanos a vivir, a experimentar, a aprovechar esta nueva oportunidad que es un nuevo trimestre.

Hoy te pedimos por nosotros y nuestros educadores, para que empecemos con ilusión y mantengamos los buenos propósitos que traemos.

 

 

Gure Aita…