
PARÁBOLA DE LOS CIMIENTOS
Decía Jesús:
«Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó porque tenía sus cimientos sobre la roca.
Pero el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos, y la casa se derrumbó ¡Fue un completo desastre!»
Cuando Jesús acabó de hablar, la gente estaba admirada de cómo les enseñaba.
Mateo 7,24-28
REFLEXIÓN:
Nuestro carácter se fortalece poco a poco:
- Haciendo pequeños esfuerzos.
- Llegando al colegio o a casa con una sonrisa.
- Saludando con educación y cortesía a todos.
- Aprendiendo a escuchar y considerar las opiniones y consejos que nos dan.
- Pidiendo perdón si ofendimos a alguien.
- Cumpliendo con la palabra dada, aunque cueste.
