
La Solidaridad no consiste en un servicio extraordinario; debe concretarse en acciones de vida diaria. En la escuela: poniendo alegría y empeño por hacer todo lo mejor posible… En la familia: tratando con amabilidad y afecto a padres y hermanos , colaborando en las tareas comunes de la casa
Los cristianos tenemos en Jesús de Nazaret el mejor modelo de entrega generosa y solidaridad. Él miraba con «ojos solidarios» a quienes estaban en necesidad. Sus palabras y gestos fueron acogida y ayuda desinteresada hacia los necesitados.
Oración
Señor, mientras iniciamos este día
sereno y lleno de paz…
hay millones de personas
esperando el milagro del pan compartido.
Señor, mientras comenzamos
esta mañana llena de alegría…
hay millones de personas,
sin techo ni hogar.
Señor, mientras abrimos los libros…
hay millones de niños y jóvenes
que aguardan el milagro de un poco de cultura
que les ayude a progresar.
Señor, abre nuestros corazones a la solidaridad.
Queremos ser pan compartido.
