Buenos días. Llega el día del Evangelio, de esa historia de Jesús y sus discípulos que es buena noticia para nosotros. El de hoy es de Lucas, escucha atento:

 

“El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rogad al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.  No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, decid primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a vosotros.
Permaneced en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entréis y seáis  recibidos, comed lo que os sirvan;
curad a sus enfermos y decid a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros.»

 

Es Palabra del Señor… Gloria a Ti, Señor Jesús.

 

Como hemos oído, los discípulos de Jesús comenzaron a predicar por caminos y ciudades y Jesús les da algunas indicaciones. Tienen que ser sencillos, pacíficos, amables, pero también listos y precavidos, no saben qué les puede pasar. Hay mucho que hacer entre la gente y ellos no son muchos, por lo que tienen que esforzarse mucho.

Esta lectura la podría haber escrito Lucas hoy mismo. En nuestro Mundo y en nuestra sociedad sigue habiendo problemas y necesidades tan grandes que hacen falta muchas manos para ayudar. Nosotros podemos ser como aquellos discípulos de Jesús, cambiar lo que no  nos gusta, luchar por lo que vemos injusto, mejorar y hacer más bonito lo feo. Mucho ánimo y adelante. Buen fin de semana y hasta el lunes.