
Buenos días. Llegamos al final de la semana, quizá cansados pero con un montón de momentos importantes vividos estos días.
Vamos a escuchar la Palabra, el Evangelio, para ver qué podemos aprender de él:
El texto es de Lucas y es muy cortito:
Jesús dijo a la gente: «No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.”
Con los textos del Evangelio podemos imaginar la situación en la que Jesús dijo estas palabras. ¿Qué habría pasado antes? ¿Qué estaría viendo?
No lo podemos saber, pero seguramente estaría hablando a los discípulos de su misión. No podían quedarse en casa cuando había tanto que hacer. No podían quedarse callados con todo lo que tenían que anunciar. No podían ser luz para los demás si estaban encerrados con miedo a salir. Con esas palabras Jesús les animaba a salir, a contar, a hacer milagros, a ser misioneros.
Y estas palabras son también para ti. No debes guardar todo lo bueno que tienes. Sería un gesto egoísta. Tienes que compartir lo bueno con los demás para que todos podamos beneficiarnos. ¿Qué puedes aportar a los demás? ¿Qué “luces” puedes alumbrar para los demás? Piénsalo bien y sal a la calle…
Buen jueves.
