«Cuando tengas alguna preocupación, ¿no contarás conmigo?» Quédate conmigo.
Señor, todos los hombres y las mujeres del mundo padecen, a veces, de soledad. Ayúdanos a acompañarnos unos a otros, sin diferencias de razas, ni fronteras. Tod@s unid@s. Amén