Gracias, Jesús, porque Tú dijiste
que eras amigo de los niños.
Gracias, Jesús, por los profesores,
por los entrenadores, por los monitores,
y por los escolapios,
que como tú, quieren ser nuestros amigos,
se preocupan de nosotros,
nos ayudan a ser buenas personas,
y nos hablan de ti.