Padre de todos
Querido Dios,
Papá de todos,
enséñanos a vivir
como hermanos.
Sin peleas, ni enfados.
Sin divisiones, ni diferencias.
Ayúdame a ver en cada persona el rostro de Jesús.
Que sea capaz de amar
sin fijarme en el color de la piel,
la escuela donde uno va,
el barrio donde uno vive,
la cara que uno tiene,
o los amigos con los que se junta.
Que aprenda a amar a todos los que me rodean
porque todos somos hermanos hijos del mismo Padre Dios.
Amén
VIERNES:
VIERNES
Señor Jesús,
te ofrecemos nuestros trabajos.
Del esfuerzo de todos
surge la alegría
de haber conseguido cosas juntos.
Gracias al trabajo compartido,
todos podemos crecer
y llegar a ser personas felices.
Enséñanos a esforzarnos en el trabajo,
para que cada día lo hagamos mejor.