PADRE DIOS, GRACIAS POR REGALARNOS A TU HIJO JESÚS. EL FUE UN NIÑO COMO NOSOTROS Y NOS ENSEÑÓ A VIVIR COMO HERMANOS. NO DEJES QUE YO ESTÉ CON LA GENTE SIN AMARLA; HAZ QUE NO HAGA DAÑO A NADIE E IMPULSA EN MÍ LA TERNURA, EL CARIÑO, LA RISA Y EL AMOR, PARA SER FELIZ.